Skip to main content

“Crear cosas nuevas”

CONFIRMACIONES PARROQUIA “CRISTO SALVADOR” – EL CAMAL

Quito, 05 de junio de 2022

Por Mons. Alfredo José Espinoza Mateus, sdb

Hoy celebramos la Solemnidad de Pentecostés. La presencia del Espíritu nos hace testigos alegres del amor, de la paz y del perdón en este mundo.

Celebro con mucha alegría aquí, en la Parroquia Cristo Salvador, sede de la Vicaría Santo Hermano Miguel o Vicaría Sur y celebro las confirmaciones de ustedes queridos muchachos.

El Papa Francisco nos dice que, “El Espíritu Santo, es en efecto el Don Pascual por excelencia. Es el Espíritu creador, que crea siempre cosas nuevas”.

Me detengo en la expresión de Francisco: “Crear cosas nuevas”…hoy más que nunca debemos pedir esa “novedad” en nuestras vidas, en nuestras familias, en nuestro mundo y en nuestro país. El Espíritu del Señor crea “un pueblo nuevo” que es la Iglesia y crea “un corazón nuevo”. Aquí me quiero detener, en la novedad del corazón, que tanta falta nos hace hoy.

Y sus vidas, queridos muchachos deben ser esa “novedad” y deben vivirla siempre en espíritu de crear algo nuevo, de construir algo nuevo. Están ustedes llamados a crear algo nuevo y a construir sus vidas y ese es el mayor reto que tienen. Recuerden que tienen que ser, cada uno de ustedes, constructores de su vida y lo harán con la fuerza del Espíritu del Señor que hoy llega a ustedes en el Sacramento de la Confirmación.

Preguntémonos todos: ¿Cómo es nuestro corazón? ¿Es un corazón nuevo, abierto a Dios y a las sorpresas de Él en nuestras vidas? ¿Es un corazón arrugado, cansado, envejecido, desilusionado?

Sin un corazón nuevo no cambiamos nada, seguimos en las mismas actitudes de desaliento y desesperanza, seguimos dominados por el temor y el rencor. Por eso es urgente que llenos del Espíritu del Señor, de ese Espíritu que llega a los discípulos y que recibimos hoy, construyamos ese corazón nuevo.

Debemos tener ese corazón nuevo para cambiar esta sociedad. Un corazón nuevo que nos haga verdaderos testigos del Señor en medio de este mundo.

Deben tener ustedes, queridos muchachos, ese corazón nuevo para ver sus vidas, su futuro, de una manera diferente. ¿Qué quieren de la vida? ¿Qué quieren hacer en la vida? ¿Qué quieren ser en la vida? Tres preguntas fáciles de hacer pero para responderlas tienen toda la vida pero deben empezar a hacerlo hoy.

Pidamos todos al Señor, en este día de Pentecostés, ese corazón nuevo:

Un corazón nuevo de esperanza en medio de tanta desesperanza causada por esta pandemia que poco a poco estamos superando.

Un corazón nuevo de solidaridad frente a tanto egoísmo que encadena a muchos. Un corazón nuevo de justicia, frente a tantas injusticias que vemos a diario y de las que a veces somos cómplices por nuestro quemeimportismo.

Un corazón nuevo de verdad, frente a la mentira, la calumnia, la murmuración y al chisme de la que a veces somos víctimas y muchas veces cómplices.

Un corazón nuevo de honradez, frente a la corrupción enquistada en nuestro país y que resulta tan difícil de extirpar.

Un corazón nuevo en la familia para saber compartir cada día el amor en el hogar.

Y ustedes, mis queridos muchachos que hoy se Confirman, pidan ese corazón nuevo.

Un corazón nuevo de fortaleza porque para ser diferentes en el mundo, para ir contra la corriente del mundo, necesitan la fortaleza que les da el Espíritu del Señor.

Un corazón nuevo para saber estar abiertos a los planes de Dios en sus vidas, como lo hizo María, la joven de Nazareth que escuchó a Dios y estuvo abierta a lo que Dios le pidió.

Un corazón nuevo para saber arriesgarse a ser mejores cada día, para comenzar a dar sentido a sus vidas y proyectar el futuro.

Un corazón nuevo para construir sus vidas responsablemente con la fuerza del amor de Dios en sus corazones.

Un corazón nuevo para ser testigos de Cristo en la familia, en el colegio, en el barrio, en medio de los amigos.

Un corazón nuevo para “jugarte” la vida por Cristo, para dar un rostro joven a esta Iglesia de Quito, para comprometerte en un grupo juvenil, en un grupo misionero, como catequista, como animador de otros. La Iglesia te necesita hoy, no mañana, te necesita hoy y el Espíritu Santo te ayudará a tomar la decisión de dar testimonio joven y alegre de tu fe.

Pidamos todos ese corazón nuevo para empezar a caminar cada día en este regalo de vida que nos da Dios. Caminar siendo testigos del Señor Resucitado y caminar anunciando la Buena Nueva de Cristo a todos.

Hoy debemos decir con profunda fe:

Ven Espíritu Santo, despierta nuestra fe débil, pequeña y vacilante.

Ven Espíritu Santo, haz que Jesús ocupe el centro de nuestras vidas y de la Iglesia. Ven Espíritu Santo, abre nuestro corazón para comprometernos al amor.

Ven Espíritu Santo, enséñanos a mirar de manera nueva la vida, el mundo y, sobre todo, a las personas que están sufriendo a nuestro alrededor.

Ven Espíritu Santo, haz que seamos una Iglesia abierta, no de puertas cerradas, una Iglesia en salida, con corazón misericordioso, que sepa contagiar esperanza en medio de un mundo herido y sufrido.

Ven Espíritu Santo para que caminemos en la novedad de Jesús y seamos realmente constructores del Reino de Dios en el aquí y en el ahora.

Ven Espíritu Santo, haz que sepamos dejarnos sorprender por tu amor y por tu llamada, como supo hacerlo María.

Ven Espíritu Santo para que sepamos decir “sí”, como lo hizo María, a los planes de Dios en nuestras vidas. ASÍ SEA.