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“son enviados por Dios para acompañarnos en la vida”

HOMILÍA EN LAS VÍSPERAS DE LA FIESTA DE LOS ARCÁNGELES

Quito, 28 de septiembre de 2021

Por Mons. Alfredo José Espinoza Mateus, sdb

No podía dejar de venir a esta querida Parroquia de “San Miguel Arcángel” aquí en Amagasí del Inca. Parroquia que visité al inicio de este año, precisamente el domingo 3 de enero de este año.

Tuve la alegría de compartir con ustedes el inicio de este 2021, de poner las esperanzas en el futuro, de poner todo en las manos de Dios, pero los caminos de nuestras vidas muchas veces se ven marcados por el dolor y el sufrimiento.

Y esto fue lo que pasó aquí, precisamente en la vida del P. Pablo León, su querido párroco. A los pocos días fue afectado por el covid19 llegándose a encontrar muy delicado hasta el punto de que tuvo que ser internado para poder superar la enfermedad.

Seguí de cerca su situación de salud, estuvimos dándole la mano en muchas formas y me alegré cuando pudo ir recuperándose y superando esta cruel enfermedad. Hoy damos gracias a Dios de que esté recuperado y trabajando en bien de todos los que conforman esta querida parroquia.

El Papa Francisco, al referirse a los tres Arcángeles, Miguel, Gabriel y Rafael, nos dice que ellos, los Arcángeles, “son enviados por Dios para acompañarnos en la vida”. Y mi pregunta es si realmente sentimos esa compañía. ¿Sentimos que ellos caminan con nosotros en la vida de cada día? ¿Los sentimos cercanos o lejanos?

¿Sienten ustedes a Miguel como compañero de camino? ¿Lo sentiste tú, Pablo, en los momentos difíciles que viviste, sentiste esa compañía?

Cada uno tiene una respuesta, que estoy seguro no es igual. Cada uno vive una experiencia de Dios en su vida y vive la cercanía con ese Dios que sale al encuentro y que no nos deja solos, por eso nos envía a ellos, a los Arcángeles, para que nos acompañen en el camino diario que debemos recorrer.

Pero, no solo nos acompañan en la vida, Francisco nos dice que “Nosotros y los ángeles tenemos la misma vocación: cooperamos juntos en el plan de salvación de Dios”. Lo dice claramente la Oración Colecta que mañana se hará en la fiesta de los tres Arcángeles, Miguel, Rafael y Gabriel.

“Somos, por decir así, “hermanos en la vocación. Y ellos están ante el Señor para servirlo, para alabarlo y también para contemplar la gloria del rostro del Señor”. Los ángeles son grandes contemplativos. “Ellos contemplan al Señor; sirven y contemplan. Pero también, el Señor los envía para acompañarnos por el camino de la vida”.

¿Qué debemos hacer nosotros? ¿A qué nos compromete esta Fiesta? Pues precisamente a eso, a servir al Señor sirviendo al hermano, a alabar al Señor con nuestra oración, pero sin despreocuparnos del hermano, a contempla la gloria del rostro del Señor aprendiendo a contemplar el rostro de los hermanos, de manera especial del más pobre, del necesitado, del que está abandonado, del despreciado por la sociedad de hoy.

Cada Arcángel tiene su misión o su servicio específico. Ellos tienen un papel importante en nuestro camino hacia la salvación.

Hablemos en primer lugar del “Gran Miguel”, nuestro patrono parroquial. “Miguel es aquel que combate contra el diablo, al gran dragón, a la serpiente antigua, que fastidia nuestra vida, seduce al mundo entero, como sedujo a nuestra madre Eva con argumentos convincentes y luego, cuando hemos caído, nos acusa ante Dios”

Son claras las palabras que Francisco nos dice respecto de la seducción del demonio: “¡Anda, come el fruto! Te hará bien, te hará conocer tantas cosas… Y comienza, como la serpiente a seducir, a seducir… Y, luego, cuando hemos caído nos acusa ante Dios: “¡Es un pecador, es mío! Éste es mío. Éste me lo llevo conmigo”.

Y el Arcángel Miguel combate. El Señor le pidió que haga la guerra. Por nosotros, que estamos en camino en esta vida nuestra hacia el Cielo, Miguel nos ayuda a hacerle la guerra, a no dejarnos seducir.

¿Cómo vives tú tu vida de cada día? ¿Estás peleando también tu vida con la ayuda de Miguel? ¿Caes en la seducción? ¿Qué seducciones tienes? ¿Qué te aleja de Dios? ¿En qué has vencido, que seducciones has vencido? ¿Has logrado vencer el rencor, el odio, la violencia, el libertinaje en el sexo, en el alcohol, en las drogas?

Pelea la vida con la ayuda de Miguel, recuerda tú, querido hermano, como lo debo recordar yo, que Miguel nos ayuda a hacerle la guerra al demonio, nos ayuda a no dejarnos seducir. No olvidemos que el demonio es “astuto”, “Presenta las cosas como si fueran buenas, pero su objetivo es nuestra destrucción(Francisco).

No es fácil, hay que querer pelear esa batalla, hay que estar atentos, porque en cualquier momento podemos caer, podemos dejarnos seducir. “La lucha es una realidad cotidiana en la vida cristiana: en nuestro corazón, en nuestra vida, en nuestra familia, en nuestro pueblo, en nuestras iglesias…Si no se lucha, seremos derrotados” (Francisco).

Recuerdo una frase que escuché cuando era adolescente: “El diablo no es original, conoce de qué pata cojeamos y por allí nos hace caer”.

Gabriel, el otro Arcángel, es aquel que “lleva las buenas noticias: aquel que ha llevado la noticia a María, a Zacarías, a José: la noticia de la salvación. También Gabriel está con nosotros y nos ayuda en el camino cuando olvidamos el Evangelio de Dios, que Jesús ha venido entre nosotros, para salvarnos” (Francisco).

Y el tercer arcángel que festejaremos mañana es Rafael, “aquel que camina con nosotros y que nos ayuda en este camino: debemos pedirle que nos proteja de la seducción de dar el paso equivocado” (Francisco).

No dejemos de rezar la oración clásica al Arcángel San Miguel que dice:

San Miguel Arcángel, defiéndenos en la batalla.

Sé nuestro amparo contra la perversidad y las asechanzas del enemigo. Reprímelo Dios, te pedimos humildemente,

y tú, Príncipe de la Milicia Celestial, arroja al infierno a Satanás y a otros espíritus malignos, que andan por el mundo

para la perdición de las almas. Amén