Arquidiócesis
Arzobispo de Quito invita a un diálogo ante la crisis política que se vive en la capital
José Colmenárez
Ante los problemas políticos que vive actualmente la capital del Ecuador, el Arzobispo de Quito, Mons. Alfredo José Espinoza Mateus, sdb, exhorta a los “protagonistas de esta crisis” a dialogar dejando a un lado los intereses políticos y posiciones personales.
Así lo anunció Mons. Alfredo Espinoza la mañana de este lunes 02 de agosto a través de un comunicado, donde expresa su preocupación por el altercado político que actualmente se vive en el Distrito Metropolitano de Quito.
En el comunicado, el Sr. Arzobispo recuerda un fragmento de la conocida canción que se canta con el corazón; especialmente en las fiestas capitalinas, “Lindo Quito de mi vida, yo te canto con amor. Es la tierra de mi vida, donde llora el rondador. Es la tierra bendecida, Capital del Ecuador”. Ante esto se pregunta: “hoy, ¿podemos cantar esta canción? ¿Estamos haciendo para Quito un canto de amor? Y aún me atrevo a hacer otra pregunta, ¿por qué llora Quito hoy?”
“Sí, porque no llora el rondador, llora Quito, todo Quito al ver la realidad en la que está sumergida (…) ¿Es lo que queremos para Quito todos los quiteños? Los que son nacidos en esta tierra hermosa de cielos azules, de calles empinadas, de joyas arquitectónicas de sus iglesias patrimoniales, de gente de empuje y de trabajo, de comerciantes y jubilados que recorren su Plaza Grande o que trotan en el parque de la Carolina, o los que hemos adoptado esta tierra como nuestra”, agregó.
“No queremos una disputa por un puesto, queremos obras, acciones concretas, respuestas a las inmensas necesidades de la capital”, aseveró.
En este mismo contexto, el Sr. Arzobispo se ofreció junto con otras personas a mediar y establecer un diálogo que ayude a la urbe a superar la “profunda crisis institucional” y los “graves problemas que hoy no se están enfrentando”.
Añadió que ese diálogo debe iluminar el camino a emprender y cita una reflexión del Papa Francisco: “El diálogo y la búsqueda de las verdades, que nos llevan a construir un proyecto común, implica escucha, renuncias, reconocimiento de los errores, aceptación de los fracasos y equivocaciones…implican aceptar la debilidad”
Finalmente destacó que esta invitación la hace “como ciudadano de esta tierra que he hecho mía. Me ofrezco, junto con otros quiteños, a los que llamo, a ser mediador en este diálogo, el mismo que debe buscar siempre el bien de toda esta gran colectividad y no un bien personal”.