La Virgen de El Quinche congregó a más de 7.000 personas en su misa de despedida en la Vicaría Santo Hermano Miguel
Con un profundo espíritu de fe y comunión, la parroquia Cristo Resucitado, ubicada en el sur de Quito, acogió este domingo 5 de octubre una misa campal multitudinaria para despedir a la Imagen de la Santísima Virgen de El Quinche, en el cierre de su visita a la Vicaría Santo Hermano Miguel.
Más de 7.000 personas participaron en esta celebración eucarística presidida por el Arzobispo de Quito, Mons. Alfredo José Espinoza Mateus, sdb. La Virgen había llegado desde su santuario el pasado jueves 2 de octubre, como parte de la Misión Mariana convocada por el propio Arzobispo, que tiene como propósito que la imagen peregrine durante cuatro años por las ocho vicarías episcopales territoriales de la Arquidiócesis de Quito.
Durante estos días, la Virgen recorrió diversas parroquias del sur de la ciudad, despertando expresiones de fe, oración y compromiso cristiano en miles de familias que la recibieron con emoción.
En un momento profundamente emotivo, el Arzobispo invitó a los fieles a contemplar con confianza la ternura maternal de María: “La Virgen de El Quinche nos mira y lo hace siempre con amor. Su mirada no es de condenación, sino de compasión, de cariño, de cuidado. Por eso hoy le decimos confiados: Madre, regálanos tu mirada.”
La visita de la Virgen de El Quinche a la Vicaría Santo Hermano Miguel ha sido un tiempo de encuentro, oración y renovación de la fe. La misión mariana continuará el próximo año su recorrido en las próximas vicarías, fortaleciendo la devoción y el compromiso misionero en cada rincón de la Arquidiócesis.
“Mientras estamos en camino, como individuos, como familia, en comunidad, levantemos la mirada y contemplemos a Ella, nuestra Madre, y volveremos a encontrar la esperanza que no defrauda”, recordó el Arzobispo citando al Papa León XIV.
