Más de 4.000 catequistas llenaron las calles del Centro Histórico
José Colmenárez
Fotos: Fernando Vinueza | Paul Lamiña
El pasado sábado 22 de febrero, se llevó a cabo el Encuentro Arquidiocesano de Catequistas en el Centro Histórico de Quito, bajo el lema "Peregrinos de Esperanza". Este evento se desarrolló en sintonía con el Jubileo 2025 convocado por el Papa Francisco y reunió a más de cuatro mil catequistas provenientes de todas las parroquias de la Arquidiócesis de Quito.
Las actividades se realizaron en ocho Iglesias emblemáticas del centro de la ciudad, donde los catequistas reflexionaron sobre la Esperanza y sus implicaciones tanto en su vida personal como en la misión evangelizadora de la Iglesia hoy. La jornada concluyó con una Eucaristía en la Basílica del Voto Nacional, donde los catequistas compartieron con el Arzobispo de Quito, Mons. Alfredo José Espinoza Mateus, sdb, quien destacó la importancia de su labor en la formación cristiana de los niños y jóvenes.
En el lugar renovaron sus compromisos como catequistas ante el señor Arzobispo.
El papel del catequista en la Iglesia es fundamental para la evangelización y la formación espiritual de los fieles. Son ellos quienes, con su testimonio y entrega, acompañan a niños y jóvenes, en el proceso de conocer y profundizar en la fe. En este contexto, el Encuentro Arquidiocesano reafirmó el compromiso de los catequistas de seguir siendo portadores y peregrinos de esperanza.
El Jubileo 2025, convocado por el Papa Francisco bajo el lema "Peregrinos de Esperanza", invita a toda la Iglesia a vivir un tiempo de renovación y fortalecimiento de la fe. Los catequistas, como guías espirituales, tienen la misión de preparar a la comunidad para este gran acontecimiento, promoviendo la unidad y la esperanza en cada parroquia.
Este encuentro no solo fortaleció la vocación de los catequistas, sino que también reafirmó la importancia de su misión en la sociedad, siendo faros de luz y esperanza para todos aquellos que buscan a Dios en su vida cotidiana.
Fotos: Fernando Vinueza | Paul Lamiña
